Así como el alma reside en el corazón, el Poder Femenino reside en el útero. Posee fuerza, intensidad de vibración y energía propia de la Tierra y el Cosmos, cada mujer tiene esta fuerza en su Ser. Ella indica nuestros pasos, nos aconseja, nos abraza y nos transmite la sabiduría de la Madre Tierra.
Aquí en nuestra vida poseemos
un linaje de sabiduría, de mujer a mujer a través de nuestros ancestros
femeninos, heredándolo del mismo útero del centro de la Tierra. Todo el
conocimiento femenino de nuestra genealogía sigue vibrando en nosotras,
heredamos de nuestra madre el tesoro
femenino, que viene de generación
en generación a través de la historia.
Los contextos socioculturales y políticos dieron como resultado la mujer
débil, sumisa, esclava de la imagen y posicionada por debajo
del icono masculino. Todos los
habitantes del planeta Tierra tiene conexión con esta sabiduría, lo que
nos hace diferente de los hombres es la
útera y el ciclo lunar de menstruación.
El hombre también posee un centro energético ubicado en la zona del 2º
chakra, en la altura de la cadera, aunque carece de la intensidad y conocimiento
que las mujeres poseemos.
Existe las energías
masculinas, el poder masculino. Todos poseemos este equilibrio y dualidad
completa de la vida. Desarrollar una energía más que otra es desarmonía, este
taller propone el equilibrio de estas fuerzas para volver a reconocer nuestro
poder como hijos de la Tierra
y el equilibrio del Universo.
Tomar el poder femenino para la Mujer es Ser. La represión
sociocultural, las religiones entre otras cosas nos obligaron a apoyarnos desde
la sumisión y la violencia.
A su vez la mujer posee una
cualidad en este universo que se corresponde con la Naturaleza, la luna y la Tierra, y solo puede ser
vivida por una mujer, un hombre puede comprenderlo pero jamás
acercarse a experimentarlo.
Todo ser habitante de esta
Tierra vibra en esta misma sintonía del equilibrio, de ella nacimos y a ella volveremos. Que lo
hayamos olvidado nos hace perder la seguridad y tranquilidad, que la prosperidad de la Tierra nos ofrece, tener los pies en la Tierra y mirar el Mundo
desde la intuición, respetar nuestro tiempo, tiempo de Sol, Luna y Estrellas.
Antiguamente, el embarazo y la
menstruación era considerado causado por la luna. La luna nueva traía la menstruación y la
llena el embarazo.
Se creía que el hijo no era
solo producto de la interacción sexual de dos personas, sino también el florecimiento del espíritu de
la tierra unido con la astrológica influencia.
Se exponía al bebè a la
luna, el sol y a la tierra, incorporando al recién nacido a la esfera
celestial, o” familia”, por ejemplo,
los africanos Bantu y nativos americanos, entrelazaban lo social, biológico y espiritual.
El taboo menstrual logró ver
la vida de forma dual y transformar la vivencia de la mujer en una dicotomía
constante.
¿Vivimos desde el miedo o el
amor?
El poder de la Mujer, La Luna y el Útero, ; y las
etapas de vida de la mujer es un fragmento olvidado por las mujeres y la
sociedad. Abarcar la experiencia de vida desde la unidad y conexión con nuestra
verdadera naturaleza.
Tomarlo para liberarnos del miedo, las
enfermedades y la separación. Vivir siendo y experimentando amor.