Alejarnos del instinto natural


Nos produce: Falta de expectativas en la vida,  dependencias afectivas,  miedos relacionados con perdidas de seres cercanos,  reprimir la propia libertad y la de otros,  reprimir deseos y necesidades personales.
Estreñimiento intestinal,  desequilibrio de los riñones,  falta de sensibilidad,  cerrado a experimentar placer,  dudas,  incertidumbre,  confusión,  en el caso de la mujer heridas etéricas sobre el útero, consecuencia sobre su útero físicamente,  menstruaciones dolorosas y síndrome premenstrual, contracturas, dolores de cintura, tristeza,  melancolía,  vivir en el pasado, rencor, sensación de abandono, taquicardia por las preocupaciones,  dificultades de circulación por la misma rigidez del ser manifiesta en su personalidad,  estar demasiado pendientes del otro y de las críticas. Dificultades en  sacar a la luz el lado  creativo.
Desbalance entre dar y/o recibir.
Culpa sobre el placer sexual.
Culpa por ser mujer.