Ciclo de poder

"... Antiguamente los creyentes de la Diosa entendían que el tiempo de menstruación es el tiempo más poderoso del mes, un momento donde la psique y las energías espirituales están más sensitivas. Por esta razón se creía que las mujeres se aislaban para conectarse con la Diosa, meditar, rezar, sanar entre otras cosas.
La energía esta puesta en una misma, el trabajo interno en este momento es muy productivo. Hay una necesidad de nutrirse una misma y no depender de los demás, alejar las demandas y expectativas de nuestro rededor. El deseo sexual esta en su máximo, la mujer puede ser multiorgásmica, siente mas deseo por la masturbación que por la penetración.

Existe a su vez el placer del sexo que no procrea y la mente consciente e inconsciente se unifican generando así la capacidad de de soltura emocional y mágica, una visión mas amplia de la realidad en cualquier plano. Podemos utilizar este poder para ver internamente algún proceso que necesitemos sanar, usar la sangre como oráculo, como fuerza de purificación, como nexo con nuestras hermanas, con la Tierra, mirar, estudiar los ciclos lunares e utilizar la magia de las emociones para fluir a un ritmo mas natural y menos neurótico.
En la antigüedad, fue a través de este estado alterado de conciencia de la menstruación que las chamanas, curanderas y más adelante las sacerdotisas, aportaron al mundo y a su propia comunidad su energía, claridad y conexión con lo divino. El papel de estas mujeres fue fuertemente reprimido por la religión patriarcal pero perduró de forma clandestina en la adivina o bruja como el último vinculo con las primitivas religiones matriarcales. Lo que en el pasado se llamaba brujería era muchas veces capacidades femeninas y naturales de la Tierra: entender el propio cuerpo, responsabilizarnos de la salud y experimentar la luz de la Madre Naturaleza utilizando su magia para sanar...."
Extraido de Conciencia Uterina, el poder de la Mujer, la luna y el útero.