Abraza la oscuridad

Alimentar la oscuridad es parte del trabajo de la identidad femenina, hacernos cargo, desde el reconocimiento, de todo lo que no nos pertenece y nos condiciona. Dando paso solo a la voz de la conciencia, a la voz del ser único.
Cuando podemos ver las oscuridades, entendiendo que no nos pertenecen, podemos tenerlas en nuestra vida sin darle paso a que nos condicione. Diferente es querer sanarla constantemente, purificarla y hacer lo que no es.Lo oscuro, es oscuro y es así, porque su naturaleza es serlo.
Si puedo sentir lo que me reprime, lo que me limita o condiciona, puedo entonces con una sonrisa picara, dejarlo a un costado y dejarlo que se manifieste. Al igual que la esencia que se manifiesta, lo oscuro busca de nuestra atención. Es un trabajo arduo no alimentarlo, sino dejarlo ser, al igual que nuestra esencia. Sabiendo que aveces el alma usa lo aparentemente innecesario a nuestro favor.
No menciono la oscuridad desde lo bueno o malo, sino desde lo que no suma a mi crecimiento verdadero, en este momento.

Todos crecemos, el tiempo pasa, indudablemente mas allá de las acciones que hagamos, mutamos hacia la muerte, hacia otra transformación, hacia otra realidad. Pero la perspicacia pasa por buscar en ese crecer, lo que satisface al alma. Alivianando cualquier carga que dificulte percibir la plenitud infinita.
Ese trabajo de perspicacia y de crecimiento genuino, al igual que el reconocimiento de lo oscuro, debe ser enseñado, no por ningún maestro en esta vida, sino por quienes realmente tengan la maestría en la alquimia y creación de la vida. Energías, entidades, devas, seres no físicos, que puedan, a través de la realidad en la que elegimos nacer, dejarnos caminar desde lo oscuro, lo blanco, lo bueno y lo malo, empujarnos desplegar las alas en la Tierra.
Como en una respiración,vivir desde el movimiento de la energía, prana, aire como quieran llamarlo, para que se mueva y reafirme al ritmo del pulso lo que el alma exija.

Ya sabemos que cargamos con linajes bloqueados, vidas pasadas reprimidas, actuales bloqueadas y castigadas, sociedades agobiantes, culturas antinaturales y tantas otras cosas mas. ¿Pero que hacemos para ir realmente a la fuente, y ser desde las alas que somos?
Todo ese condicionamiento que dejo a lo femenino debilitado, tanto al hombre como lo mujer, debe en principio nacer desde la plena utilización de lo oscuro, del reconocimiento del poder personal, desde la alegría del alma que se empuja a hacer lo que haya que hacer, sin condicionamiento semántico, emocional o psicológico.
Recordando siempre que la pachamama, nos transforma asi como somos, pero la verdadera liberación del alma no las dan nuestros maestros no físicos.
Y el útero y los pies despiertan cuando es necesario despertar, no por la sanación ni la alquimia, ni lo oscuro o blanco, bueno o malo.
Simplemente porque Sophia despierta.

Athalia.

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