La nueva expresión del amor va dando pasos lentos y
decididos en el andar de la nueva conciencia. La espiral vertiginosa de la vida
humana, es un lento caminar por la experiencia de la vibración mas sutil en la
vibración mas densa, es la materia y cuerpo físico.
Pasamos consecutivamente por diferentes experiencias en la Tierra, dejando inscripto
en nuestro ser las mas maravillosas experiencias de felicidad y gratitud
cósmica. El tesoro de cada vida es la tendencia de las emociones y el cuerpo
hacia la búsqueda de la experiencia trascendental y evolutiva. Aquellas
experiencias conocidas como kármicas o hirientes del alma, no son mas que un
regalo en la vida presente para saltar el puente.
El día a día es la fuerza extrahumana que nos empuja a que disfrutemos
la vida, simplemente nos riamos de los problemas, reconozcamos nuestro
autentico ser y descubramos el cuerpo entero, como mediador de las emociones que sentimos.
Nuestro ser vibra en el cuerpo, danzando con sus
movimientos, creando con su vientre, experimentando con el pecho y expresándose
con su voz.
Ya es hora es liberar los pies y las manos, aflojar la
espalda y saltar hacia el vacío que nos depara la vibración de la plenitud.