Palabras de Sophia y Athalia


La nueva expresión del amor va dando pasos lentos y decididos en el andar de la nueva conciencia. La espiral vertiginosa de la vida humana, es un lento caminar por la experiencia de la vibración mas sutil en la vibración mas densa, es la materia y cuerpo físico.
Pasamos consecutivamente por diferentes experiencias en la Tierra, dejando inscripto en nuestro ser las mas maravillosas experiencias de felicidad y gratitud cósmica. El tesoro de cada vida es la tendencia de las emociones y el cuerpo hacia la búsqueda de la experiencia trascendental y evolutiva. Aquellas experiencias conocidas como kármicas o hirientes del alma, no son mas que un regalo en la vida presente para saltar el puente.
El día a día es la fuerza extrahumana que nos empuja a que disfrutemos la vida, simplemente nos riamos de los problemas, reconozcamos nuestro autentico ser y descubramos el cuerpo entero, como mediador  de las emociones que sentimos.
Nuestro ser vibra en el cuerpo, danzando con sus movimientos, creando con su vientre, experimentando con el pecho y expresándose con su voz.
Ya es hora es liberar los pies y las manos, aflojar la espalda y saltar hacia el vacío que nos depara la vibración de la plenitud.