La
deidad no es un término celestial y plano, el Universo reside en cada
pequeña partícula del cuerpo humano y de su aura, así como también, todo
ser viviente es el Universo. El humano prefirió vivir desde el dolor y
el sufrimiento, a partir de las sociedades invasivas y patriarcales la
libertad era de unos pocos, la igualdad y la observación de lo sublime
en nuestro instante a instante, se fue esfumando
dejando trazas de una manifestación de la deidad en la Tierra, que hoy
llegan através de las sociedades matriarcales y aquellas personas en
este presente que reconocen el condicionamiento en su libertad.
Cuando olvidamos esta conexión con nuestro todo e ignoramos lo que
somos, generamos sociedades inmersas en dolor y violencia. Día tras día
somos victimas de conciencias sumergidas en la negatividad y de pocas
ganas de entender su lugar en este Todo. No pretendo convencer a nadie,
tan solo, plantar una semilla de la duda en tu persona y que puedas asi
abrirte en cuando lo creas necesario a poner los ovarios en la mesa y
hacerte cargo de tu vida. Aunque suene duro y violento, no existen
muchas explicaciones cuando de conciencia se habla. La conciencia se
experimenta y surge de tu deseo innnato y genuino de querer conocerte.
Somos eternos y mortales, y eso nos hace duplicar nuestra capacidad de
transformación e inmensidad. Elegimos ser subordinados y considerar a
las deidades como algo que vive allí arriba y nada mas, que rara vez
ayuda y que si rezamos quizás nos pueda ayudar. Desperta . Eso es
mentira, somos dioses que viven en la Tierra , nos falta sentir nuestro
propio vientre, y escuchar lo que nos dice el corazón, doblegarnos
contra toda represión de nuestra alma. No se requieren de grandes
cambios, sino de la iniciativa de apreciar la vida. Hay mucho de lo que
nos estamos perdiendo y mucho de lo que ya hemos ganado. Tu única misión
es contemplar y contemplar, cuando uno es consciente y puede
reconocerse en una respiración, entonces es donde uno sabe que no hay
mejor manera de cambiar las posibilidades presentes y futuras de
bienestar, que cuando uno aprende a vivir y desarrollar su
empoderamiento. Somos mujeres y hombres abundantes y mágicos. Y si
la magia te recuerda a hombre con sombreros y conejos, entonces nunca
conociste a tu lado femenino. Athalia.